sábado, 17 de octubre de 2015

prendas de lana



                        Según el tipo de tejido:

Lana

Hay que lavarla con agua fría                                                                   
 y sobre todo no hay que tender
 la prenda en vertical, sino que
hay tender la ropa encima de
 una toalla y dejarla así para
 que vaya absorbiendo la humedad.

Tanto en la lavadora como
 en el lavado a mano, se
 puede poner un suavizante
 en el agua del primer enjuague
 (pero un poco de vinagre da
 prácticamente los mismos
 resultados, disolviendo la cal).
 Deja la lana más esponjosa.

¡Atención! No emplee jamás
 lejía de cloro para blanquear
 la lana. Utilice más bien un
 producto especial. Si no lo tiene,
 un último aclarado en agua
 con agua oxigenada (2 a 3
 cucharadas por litro de agua,
 de 10 o 20 volúmenes) y
 algunas gotas de amoniaco,
 restablecen la blancura de
 la lana.

Las prendas de lana oscuras
 palidecen, o incluso se ponen
 verdosas, después de muchos
 lavados. Para conservar bien
 su tono oscuro o incluso negro,
 hay que lavarlas en una
 decocción de madera de
 Panamá, que se encuentra 
en las herborizarías (100 g. de
 corteza por litro de agua), o
 bien en agua de hiedra 110 g.
 de hojas por litro de agua
 (hirviéndolas y canalícelas).
 Estos dos últimos tratamientos
 sirven para todos los tejidos                                          
 
 negros.

Para planchar bien una prenda
 de punto, deslice un muletón
 entre los lados del vestido, a
 fin de que no se marquen las
 costuras. Después del planchado,
 deje secar en un colgador para
 que se evapore la humedad del
 paño. Doble sólo cuando la
 prenda esté bien seca. Si observa
 esta técnica, sus jerséis
 mantendrán durante mucho
 tiempo un aspecto nuevo y
 flexible, como si nunca hubieran
 sido lavados. 

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